Blogia

acentos

De dónde venimos

A veces te fijas en cosas nimias, en detalles sutiles. Hoy por ejemplo me he fijado en los adolescentes, en su mirada, en su forma de actuar. Básicamente son un producto en preparación. Misterioso, maravilloso, nadie sabe el resultado. Pero con un poco de pericia descubre uno muchos de sus ingredientes. Y uno fundamental es la familia. El entorno modela más de lo que uno quisiera en ocasiones, algunas veces para bien, pero otras veces... Cuando veo a los chicos y chicas mal educados, en el amplio sentido de la palabra, me dan pena. Pena porque posiblemente tengan su vida acotada desde sus orígenes. Sus padres no han sabido o no han podido ofrecerles nada más allá de sus horizontes, ninguna meta más lejos de sus barriadas, ninguna aspiración más que ninguna. Peor a veces me parecen los jóvenes de buena familia, en el peor sentido de la palabra, chicos cuyo mayor drama es un pelo infectado, cuya peor tragedia es el no de una chica, el desgarro de una prenda de vestir o la derrota de su equipo. Es triste ver su mirada altiva, vacía de contenidos pero segura en su autocomplacencia, pese a no comprender su significado. Triste me pone pensar en esos padres, que de tenerlo todo no han sabido trasmitir a sus hijos unas metas, unos objetivos que alcanzar, unas fustraciones que superar. Huelga plantearse siempre uno sus orígenes, y preguntarse si habrá algo más hay afuera.

Las diferentes formas de manifestarse el amor

A veces una sola mirada lo dice todo. Es indescriptible. Me encantan esos momentos, cuando como espectador afortunado presencio una de esas muestras de amor: de una madre hacia su hijo, de una chica hacia su chico, de un anciano hacia "su señora"... En ocasiones es una mirada, en otras una mano que se apoya en el otro, un gesto, un estar al lado. La vida cotidiana, esa por la que cada mañana transitamos haciendo demasiado ruido, como pisando cristales, está repleta de esos momentos, en cada rincón, en cada calle, en cada esquina. Sólo que muchas veces, muchas más de las que debiéramos, no nos paramos a mirar a nuestro alrededor, en silencio, agazapados, esperando, como el cazador a su presa, poder captar uno de esos momentos mágicos de la vida.

La política

La política es importante... Sí, claro que sí, hombre. De hecho, lo sea o no, es la que organiza nuestros designios. Así es, en efecto, te guste el partido en el poder, ya sea en tu pueblo, en tu provincia, comunidad, estado, etc., es lo que hay, y con eso has de vivir. Puede que ser político sea una vocación de servicio a los demás. Qué bonito. Y además debe ser muy interesante, ver que las cosas van saliendo, que se hacen cosas por las personas, que la sociedad mejora. Como siempre a unos les gustará lo que hagas y a otros no. Nunca llueve a gusto de todos, dicen. Parece que en eso se basa esto de la democracia. Y en verdad que puede que haya políticos honestos, hombres y mujeres que se hayan metido en eso de "la política" con la intención de ayudar a sus semejantes. Pero, ay, claro que también se habrá colado en el mundillo algún que otro sinvergüenza, algún que otro listillo que lo que desea es aprovecharse de una posición para beneficiarse él y los suyos. Lástima. Pero eso también pasa entre los fontaneros. Sí, lo he oído. Sí. Y entre los abogados. Y entre los policías, banqueros, oficinistas, barberos, jueces, peluqueras... Pasa porque todo el mundo es humano, y como humanos unos son así, y otros, no tanto. Lástima que lo que hacen los políticos lo sabe todo el mundo (o no tan lástima). Pero claro, ya se dice: por un perro que maté, mataperros me llamaron. Y eso pasa a la descedencia, en triste herencia. Así que se ha creado un clima general de desconfianza hacia esta gente que, en fin, es una pena. Qué le haremos...